Hola tod@s!
Les cuento que el 2 de junio pasado fuimos con Marga, Judith y Carla a entregar las mantas a los niños del hogar Laureles. Podría decirse que llegamos sin problemas (no porque yo sea buena copilota, por cierto :-)) pero esperamos a Carla porque no encontrábamos donde estacionar.
Bajamos con las bolsas con las 14 mantas (casi parecíamos una versión invernal de Papá
Noel :-))
Los niños/as enseguida nos rodearon y empezaron a sacar las mantas de las bolsas y a elegir cuál quería cada uno/a.
Mariana*, la más grande de las nenas a quien se ve casi adolescente, eligió la de borde coral con cara de felicidad. Otra chiquita la roja porque dice que le gusta ese color que hacía juego con el buzo y el pantalón que tenía puestos, unos varones agarraron las de borde amarillo porque son de Peñarol, otro la turquesa porque él es de Nacional.... y el muy pillo quería seleccionar una de borde amarillo para hacer una broma a otro nene que estaba en la escuela y que es también es de Nacional pero lo convencimos de que le dejaran la de borde celeste.
Otros más eligieron las verdes y las azules. Todos iban rápidamente a colocarlas en sus camas... digamos que el Hogar estaba como revolucionado!!! Es más, había una cama (la parte de arriba de una cucheta) que no está ocupada y allí mismo la directora y una educadora la sacaron y la llevaron para el galpón.... de modo que la colcha azul quedó luciendo en todo su esplendor.
Hago mías las palabras de Marga cuando escribió al grupo “no creo que pueda olvidar el entusiasmo con que esas manitos abrazaban las mantas y las llevaban a sus respectivas camas y la emoción con que venían a buscarnos y nos agarraban de la mano para que les ayudáramos a tenderla”.
Realmente fue muy emotivo verlos elegir la manta con sus colores preferidos.
Todos nos preguntaban quiénes habían hecho las mantas y les contamos que muchas personas había colaborado… unas tejiendo porque necesitábamos más de 800 cuadrados, otras uniendo, otras aportando lana. La directora les dijo que lo importante era que habían sido hechas con mucho amor para ellos.
Les contamos que algunos de los cuadrados de punto santa clara los había hecho Olga -una abuela de 90 años- y entonces preguntaron cómo se llamaban las que habían hecho otros cuadrados.
A Mariana le llamó la atención un cuadrado rosado y Marga le explicó que lo había enviado Matilde desde USA especialmente para formar parte de la manta. Se quedó acariciándolo, muy pensativa y preguntó si había otros que hubieran viajado tanto. Entonces Marga la llevó hasta donde estaba la manta azul de Rosita y los coloridos cuadrados de Miriam Estela que estaban en otras mantas y le fue explicando desde dónde había llegado cada uno. Mariana respondió: “Mañana le voy a pedir a la maestra que me muestre en el mapa esos lugares”, así que seguramente tanto Matilde, Rosita como Miriam, habrán recibido la visita virtual de Mariana para agradecerles tanto amor convertido en puntos.
Uno de los varones, recién llegado de la escuela, abrazó a Judith y le dijo: “voy a dormir bien calentito”. También le pedían que les tomara fotos con sus camas tendidas y nos mostraban las cortinas nuevas en color turquesa que una de las cuidadoras les había cosido allí mismo para todas las habitaciones.
Subían y bajaban de las camas buscando los cuadrados que empezaban con una flor... en fin... un placer verlos tan contentos!!
Le dijimos a la Directora, que nuestra propuesta era que -si el equipo técnico del Hogar lo consideraba oportuno- en caso que egresara algún niño se pudiera ir con su manta y nosotras llevábamos otra para quien ocupara esa cama. Naturalmente que este es un punto que ellos analizarán en cada caso, según las circunstancias de cada niño/a pero nuestra propuesta está hecha.
Mariana apareció con su bufanda de cuadrados de Malabrigo (de las que tejimos el año pasado) y dice que ella quiere tejer.... una de las educadoras, se ofreció a enseñarle así que le prometí llevarle lana y agujas... le pregunté qué color le gustaría y me indicó aquel fucsia rabioso que estaba doble y Estelita nos ayudó a separar en el shopping!!
Después el jolgorio continuó en el estar porque querían mostrarnos unas cajas que forraron con la psicóloga, donde ponen cosas personales (si por ejemplo algún familiar los visita y les lleva algo).... querían que nos quedáramos a tomar la leche pero ya nos pareció demasiado revuelo!!
Silvia dijo que nos invitarían a tomar el té cuando esté más lindo el tiempo.
Ah y como cada cama tiene un almohadón... adivinen qué?... prometimos que les haríamos almohadones!
Realmente ha sido una experiencia estupenda!! Muchas gracias a todas las que se sumaron –que por cierto son muchas más de las mencionadas en este texto- e hicieron posible esta idea!!
* he cambiado su nombre real para proteger su identidad